domingo, 30 de agosto de 2009

Lago Titicaca (lado peruano)

Cuentan que bajo su superficie existen ciudades abundantes en oro y plata aunque aun no se han podido encontrar...

El lago Titicaca es el segundo más grande de Sudamérica y el lago navegable más alto del mundo.



Está localizado en el altiplano andino, en la frontera entre Perú y Bolivia, a unos 3.800 metros sobre el nivel del mar y tiene una superficie de unos 9000 kilómetros cuadrados.



Dicen que fue en sus aguas donde todo comenzó...
De aquí salieron Manco Cápac y Mama Ocllo, fundadores del Imperio de los Incas, a poblar los Andes y crear su gran nación.














Las leyendas sobre el Titicaca y el origen del imperio inca abundan. Una de ellas asegura que el Sol y la Luna se refugiaron en sus aguas, en la oscuridad, durante los días del diluvio, y allí se encontraron los dioses que dieron origen al mundo.














También contaban los pobladores del imperio inca que un día el Inca Manco Capac y su hermana y consorte, Mama Ocllo, salieron de las aguas del lago con el mandato de su padre, el Sol, de fundar el imperio uniendo las culturas indígenas en nombre de la paz y la civilización.



Ese imperio fue el Tahuantinsuyo, que tenía en esta región del Titicaca –hoy compartido entre Bolivia y Perú– un tesoro natural donde criar llamas y alpacas, cultivando quinoa, papa y café. Además, las entrañas de las montañas eran ricas en oro y plata, los metales que los incas ofrendaron a los dioses... y los conquistadores a sus reyes.


Y bien, tras estas pinceladas "mitológicas", contaros que nuestro primer contacto con el Titicaca fue por el lado peruano ya que, tras coronar Machupichu, nos desplazamos de Cusco a Puno (8 horas de autobus) y desde aquí, fuimos a visitar una de las islas más célebres del lago: Islas flotantes de los Uros.

Fotos del puerto de la ciudad de Puno y alrededores




























ISLAS FLOTANTES

Parece un decorado de cine donde todo, incluído el suelo, está construido con una planta llamada totora: las escuelas, los caballitos de totora (barcas), las casas, etc.























En las islas flotantes viven los Uros, quienes a lo largo de los años han ido adosando capas de totora una encima de otra para "construir" la superficie flotante.














Las raíces de las totoras al entrar en descomposición producen gases, que al quedar atrapados en la maraña de raíces ayudan a la flotación. Por encima de estos bloques de raíces, colocan camas de totora seca, sobre la cual construyen sus habitaciones con el mismo material. El tejido es tan perfecto que no se hunden.





Para que el viento no los lleve hacia el lado boliviano, los indígenas anclan sus islas, que están dentro del área de la reserva nacional del Lago Titicaca, con palos que atraviesan el piso de la isla y están clavados en el fondo.

Hay unas 50 islas artificales y cada una está habitada por unas 3-10 familias uro-aymaras; entre las principales islas destacan Tupiri, Santa María, Tribuna, Toranipata, Chumi, Paraíso, Kapi, Titino, Tinajero y Negrone.





































Ademas de estas islas, hay otras que no pudimos ver: Amantaní, Taquile, Soto y Anapia, todas ellas naturales a diferencia de las de los Uros. Quedan pendientes para un próximo viaje...

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