lunes, 12 de enero de 2009

EL MUNDO QUE YO VI

EL MUNDO QUE YO VI ME CAMBIÓ COMO SER HUMANO, así termina Eduardo Rubio la presentación de su libro de fotografía que, gracias a un buen amigo, ha caído de Reyes en mis manos. Os cuento esto porque, lo que parecía un libro de fotografías es mucho más y porque hoy, lo que parecía un día en el que me había acercado (y encima tarde!) a una manifestación unida a unas cañas posteriores, ha terminado siendo un día en el que he vuelto a viajar al Sahara, a vivir desde aquí, y supongo que de una forma más consciente, los momentos que pasamos en los campamentos. Pero no sólo he vuelto allí, he vuelto a cada uno de los lugares que he tenido la suerte de conocer, a recordar a su gente, a recordar las miles de “causas” que existen en el mundo y que deberíamos conocer.

Cuando nos preguntan por qué viajamos casi no sabemos qué responder pues ¡porque sí!, porque nos gusta conocer, nos gusta aprender, nos gusta ver, nos gusta compartir pero sobre todo, porque creo que cada viaje nos hace crecer. Conocer otras realidades te hace conocerte más a ti mismo sí, te hace darte cuenta (y ya sé que esto es tópico) que todos somos iguales, que en cualquier parte del mundo hay gente capaz de aportarte algo bueno a tu vida y por eso, nunca pensamos que viajamos para hacer, ayudar y mucho menos hacer un pequeño esfuerzo con esto, ¡todo lo contrario!. Queremos conocer todo, cuanto más mejor, cuanta más gente mejor, cuantas más culturas mejor, cuantos más colores mejor, cuanto más mundo mejor…

Hay dos cosas que me han marcado en este viaje y las dos muy distintas:

Una, la inmensidad del desierto, su silencio, la sensación de sentirte sola pero a la vez libre en medio de la nada, sola pero haciendo repaso de toda la gente que te importa y a la que importas aquí y la otra, la lección de vida de los refugiados. Llevan 33 años viviendo en un desierto de tierra dependiendo de la ayuda exterior, en la que no se puede cultivar, no se puede generar trabajo, no se puede más que ocupar el tiempo viendo la tele (los pocos afortunados que la tienen) o tomando el té con un largo ritual que a nosotras nos parecía innecesario y para ellos era, la mejor forma de ocupar lo que tanto les sobra, el tiempo. La organización, la resistencia, la resignación y la valentía de esta gente (porque ser valiente no solo es luchar sino también resistir con esperanza de volver a su tierra) es admirable. Mientras el Frente Polisario sigue su lucha pacífica para lograr que Marruecos cumpla las resoluciones de la ONU y deje el territorio ocupado al pueblo saharaui, la vida, aunque parezca imposible, sigue adelante día tras día en los campamentos.

Dos “pequeños detalles”: no hay pájaros en el cielo (sí un atardecer espectacular y un cielo repleto de estrellas por la noche pero sin pájaros, sin vida) y no hay agua (la llevan con un camión cisterna, no puedes levantarte por la mañana y lavarte la cara y no por el hecho de lavarte que ya sabéis que nos hacemos a “todo” sino por lo que implica en todo momento).

Los campamentos de refugiados del Sahara son solo un ejemplo de lo que ocurre en el mundo, en el “tercer mundo” y en el “primer mundo”. Hoy ha sido en Madrid por Palestina, hace una semana fue en el muro construido por Marruecos en el Sahara y esto, sin hablar de los miles de conflictos que se viven en el mundo. Nosotras no fuimos las que más gritamos en el muro ni las que hemos estado a las doce en punto en la manifestación de Madrid pero sí tenemos una cosa clara y es que, hay que conocer el mundo, hay que conocer lo que ocurre porque es imposible que te deje indiferente, algo dentro de ti o cambia o se despierta y por eso, el ansia de seguir aprendiendo se hace más grande y el respeto a otras realidades culturas y gentes también. A la vez, te hace darte más cuenta de lo que tenemos aquí, de la gente que te importa y a la que importas, de tu vida, que solo hay una, que tenemos que “vivir”.

Igual que un viaje es mucho más que unas vacaciones, este libro de fotografía que tengo en mis manos es mucho más que eso, como dice Eduardo Mendoza es la “visión del mundo de un viajero que le dio la vuelta y volvió para contarnos lo que había visto”. Os copio una parte del epílogo que E.Rubio le dedicado a su hija (Maria)y que me parece la mejor manera de terminar esta entrada:

Me gustaría que ella, que lo niños, creyeran en la utopía (¿utopía?) de un mundo más igualitario. La utopía debe existir, María, lucha por ella y no desfallezcas. Escoge tu propio camino, se tú misma y crea tu propio pensamiento arropado por una conciencia limpia. Y huye de lo fácil, de la manipulación, del egoísmo, de fanáticos y fanatismos, de poderes y poderoso, de cuentos y cuentistas. En un mundo ajeno a la esperanza, luchar por salvarlo no debería tener reglas o leyes. Pero sí un horario. La Tierra es bella y nuestro mundo debe ser mejor, pero hay que actuar ya. Sueña con ese mundo en el que nosotros seamos todos. Viaja, descubre, conoce, intégrate, respira, siente otros mundos, otras gentes, otras culturas. No te mires al ombligo. Habla, escucha, reparte, comparte, tiende tu mano al que la necesite y nunca dejes a un lado al que sufre. Rodéate de almas buenas y no temas estrellarte en el camino que escojas, sea cual fuere. Y si lo haces…¡levántate, niña, levántate!. Y a luchar de nuevo”.

Y por supuesto, ahora, una de fotitos de lo bien que nos lo hemos pasado porque “una cosa no quita la otra”…










6 comentarios:

Anónimo dijo...

qué envidia, mujeres de acción, yo que más que nada ne siento y escribo y filosofo, pero cada uno lo hace a su manera, cada uno mejora el mundo como le apetece y como siente que ha de hacerlo

tenía yo una amiga que alguna vez me decía "alguna caña caerá"

¿de verdad caerá? un beso

s

Anónimo dijo...

María¡¡¡¡

Feliz Año y felices días, felices momentos y felices ideas¡¡¡

Acabo de pasarme un rato en tu blog... después de Tailandia, de donde vine un poco flipadilla, acabo de volver de una semana en Lisboa, recorriendo una y otra vez sus sinuosas calles, con una luz que en ocasiones me embargaba y me recordaba en parte a Chaouen, con sus colores, más allá del estricto color piedra y blanco de Madrid.

Al leer cosas de vuestro diario, algo se me enciende por dentro; esa sensación de conocer, de abrirte, de crecer de la que habláis, me resultaba muy conocida e íntima, me resultaba compartida.

Me flipaste con Mozambique, pero Sáhara está más cerca y más ligado a nuestra historia, ya me habían hablado de los campamentos y ahora vuelve a pasar por mi, tan cerca y tan increíble esta injusticia de la que somos partícipes...

Bueno, sólo quería darte las gracias, porque me he emocionado y ahora sé que en este afán de viajar brilla un puntito que no es el mero placer de viajar a la manera burguesa (nunca lo fue), y que vosotras ponéis el acento en ese puntito.

Y lo de las cañas está hecho.

Un beso enorme preciosa. Soni

Anónimo dijo...

Atravesar el Desierto es encontrarse con el Vacío Fértil...

Desde este Vacío, quiero construir, germinar y crecer... Con momentos de dolor, momentos de alegría... Muchos errores y muchos aciertos...esto es buscar, esto es vivir.

A veces ser cuchillo y a veces ser herida...

Anónimo dijo...

Desierto ¿fértil?...

María y Miriam me parece realmente interesante vuestra experiencia. Por cierto hay algunas fotos que son una auténtica pasada.

Me uno a la petición popular de cañitas para que nos contéis en persona todo.

Besos!

elena dijo...

Qué bonito todo, las fotos, vuestras reflexiones, los recuerdos que os habéis traído. da un puntito de envidia ... jejeje ...
Espero que nunca dejemos de viajar, y que lo podamos hacer juntas más a menudo y así poder compartir estos sentimientos.

MIMAZIQUE dijo...

En el "desierto" de vez en cuando puedes encontrar una palmera o un oasis pero, seamos realistas, no es fértil (pensar lo contrario sería un espejismo). Por eso, o te resignas a vivir en él de una determinada manera o decides, aunque a veces cueste, alejarte a cualquier otro lugar...quizá la "tierra prometida", para cada cual lo que sea y para los saharauis su Sahara.

Gracias por leernos!
(Soy un poco cateta y he suprimido el anterior sin querer así que lo vuelvo a publicar, sorry.)