viernes, 4 de septiembre de 2009

CASAMANCE segun EKUMPO

Casamance es una región histórica situada entre el suroeste de Senegal y el sur de Gambia incluyendo el río Casamance. En la actual organización territorial de Senegal se corresponde con las regiones de Kolda - Haute Casamance - y Ziguinchor - Basse Casamance; fundada por los portugueses en 1645. En 1886 Ziguinchor vuelve a ser francesa por una convención entre Francia y Portugal.
Región caliente, con algunas
montañas en el sureste, donde se cultiva el arroz y de gran potencial turístico, con playas oceánicas, particularmente en el Cap Skirring.
La ciudad más grande es
Ziguinchor. La etnia dominante en Casamance es el Diola. Sin embargo hay otras etnias importantes como el Mandinga; que es oriundo de Mali, el Mandiak, el Mankañe y el Balanta; que son oriundos de Guinea Bissau, y otras no muy importantes por su minoría como el Fula, el Serer, entre otras.
La Casamance, es llamada también país de Flup, en relación con el reinado Diola. Este reinado ha dado a conocer numerosos héroes en las luchas contra las opresiones coloniales, aun hoy están presentes en la memoria diola Djinabo Badji y Aline Sitoe Diatta.
Casamance es también un paraíso de pesca. Además de una gran playa que favorecen el « Surf Casting, la desembocadura del río y los bolongs son un lugar de ensueño para los pescadores seguros de ver capitanes, barracudas, y otras especies.
La zona de Kolda, con el color salvaje de sus bosques, su fauna rica y variada, es el lugar de plenitud para los cazadores.
Aunque las mejores estaciones para visitar Casamance sean entre junio y enero, el acceso de la paz encontrada y la vuelta de una estabilidad que permiten descubrir los rincones más lejanos de la región, harán vivir a cualquier amoroso de la naturaleza y de la tranquilidad, la acogida calurosa y su población cosmopolita a través de las numerosas fiestas y ceremonias que jalonan la vida diaria.
Casamance es una de las regiones de más fácil acceso de Senegal. Su trinchera está garantizada por avión, con algunos vuelos procedentes de Europa desde Octubre hasta Mayo en el Cap Skirring y vuelos diarios en Ziguinchor. Se puede ir también a Casamance con el barco « Aline Sitoe Diatta » que garantiza dos rotaciones por semana.
1) Salida de Dakar los martes y viernes; y de Ziguinchor los jueves y domingos. Si se prefiere ir a Casamance por la carretera, se puede ver los numerosos pueblos con su hermoso paisaje a lo largo de los 450 Km. que separan Dakar de la capital regional, Ziguinchor.
Los Diola empezaron a establecerse en Casamance desde comienzos del S. XVI. Algunos fundaron sus propios pueblos independientes; otros escogieron establecerse en pueblos preexistentes donde vivieron a menudo en áreas separadas, una práctica que todavía es común hoy. Tienen un muy buena relación con los serers, una población de la costa de Senegal por la historia de Adiene et Diambone; dos hermanas que querían cruzar el Océano en busca de una nueva vida. Resultó que por la mala calidad de su barca y por las fuertes olas del Océano, su barca se partió en dos. Las dos hermanas se vieron así separar por la vida. Una se dejó llevar por las velas al sur; Casamance donde dio vida a la población diola, y otra a la Costa del país y fundó la tribu Serer. Estas dos tribus tienen muchas tradiciones y culturas en común y siguen manteniendo hasta hoy en día este respeto mutuo como primos.
La región de Casamance es la región con mayor concentración. Los sentimientos secesionistas de Casamance han existido desde los tiempos coloniales durante los que los Diolas se resistieron a la influencia francesa. Uno de las figuras más importante de esta época es sin lugar a duda Aline Sitoe Diatta.
Aline Sitoé (1920-1944), fue la reina-profeta de Kabrousse, apodada la "Juana de Arco" de África, pues se convirtió en una heroína en la época de la colonización. Desobedeció a las órdenes de los colonos, negándose a pagar el impuesto en especie debido a los beneficios obtenidos en el cultivo del cacahuete. Fue ella también la responsable de llevar a su pueblo hacia la independencia. Nació en 1920, en el pueblo de Kabrousse, pero tuvo su primera revelación en 1941 en Dakar cuando trabajaba de limpiadora en una casa particular. Una vez que consiguió volver a su pueblo natal, lo hizo con la intención de servir a la Casamance. Recién llegada convence a su pueblo que haga una caridad (oración comunitaria acompañada de un símbolo mágico con el fin de favorecer en un bien colectivo a través de la acción divina inmediata). Así lograrían atraer las lluvias benefactoras sobre los arrozales resecos. Su nombre se da a conocer rápidamente por toda la región en cuanto se pone a llover, mientras ella estaba matando unos bueyes negros en sacrificio. Después de esto, numerosas delegaciones de los pueblos de alrededor se dirigen a Kabrousse con el fin de iniciar este mismo rito. La audiencia del profeta no cesa de crecer, ya que además de los diferentes milagros que le son atribuidos, su palabra, su mensaje de paz y amor y de respeto por las tradiciones, llegaba a todos los grupos étnicos cualquiera que fuese su obediencia religiosa. Son personajes históricos que los más ancianos llegaron a conocer. Los primeros colonizadores se asombraron al descubrir esta región, al ver el talento constructor de los diolas, pues son los únicos en África que han utilizado la técnica de impluvium, casas de dos plantas todo en adobe y, la casa de varios pisos.
Una de las características que diferencian Casamance de las demás regiones de Senegal, es sobre todo, el respeto que les dan los diolas a sus mujeres como fue el caso de su héroe Aline Sitoe Diatta. En la vida del diola, la mujer tiene derecho a la palabra. La prueba es que durante el intento de la islamización de la parte norte de Casamance por el jefe mandiga Fode Kaba Doumbouya, fueron las mujeres del pueblo llamado Sutu, las que combatieron y vencieron al enemigo después de que fracasaran los hombres en los primeros momentos. Los hombres como las mujeres de la población diola tienen sus bosques sagrados, donde hacen sacrificios con frecuencia siempre que necesiten la ayuda de los antepasados o los espíritus.
En Casamance, particularmente en la sociedad diola, existe un rito llamado « Kagnalène » que permite a las mujeres más de edad, ocuparse de estas cuestiones de esterilidad que afecta algunas mujeres en edad de procrear.
Cuando el « Consejo » de las mujeres de un pueblo o de un barrio nota la dificultad para una pareja de procurar, después de muchos años de matrimonio, se reúne y después de concertarse, decide darle a esta mujer el rito « Kagnalène » para que pueda procrear o guardar a su hijo cada vez que da a luz.
La ceremonia que dura muchas horas, se hace en un lugar llamado « Hougnaléne ». Reagrupa a todas las mujeres más de edad del pueblo o del barrio y consiste en organizar ritos y otras prácticas ocultas alrededor de la mujer atañida.
Cuando una mujer está introducida en el rito « Kagnalène » se quita la ropa y sus adornos. El nombre de la mujer es sustituido por otro después la ceremonia; ya que las mayores del consejo del Hugnaléne creen que es la causa de su esterilidad.
También se le dan otra ropa, perlas, una calabaza que tiene que llevar siempre en la cabeza y el la cual comerá y beberá durante tres meses, a partir de su salida del Hugnaléne, y un bastón adornado de perlas y cauri que deben ser su nuevo atavío en la vida. Por fin, oraciones son formuladas para que Dios le dé hijos y recomendaciones son hechas a esta mujer llamada en lo sucesivo « Agnaléna », que debe regir su comportamiento en la sociedad.
Entre otras recomendaciones, es especialmente recomendado ser dispuesto y ser de trato fácil; aceptar todos los trabajos y servicios que se le pueden proponer.
« Apollo » o « Bacolon » son motes que designan la que ha aguantado el rito tradicional del « Kagnalène ». Su activismo es muy notado especialmente durante fiestas o fallecimientos o en las ceremonias de boda o de bautizo.
Es tanto solicitada para fregar los platos, tanto para machacar el mijo u otros trabajos relativos a la ceremonia del día. Tareas que ejecuta sin renumeración, y le dan en recompensa, oraciones formuladas por sus « empleadores » para que Dios le de hijos.
Ella puede ser empleada por una persona para ayudar a realizar trabajos campestres, el fregado o el planchado de la ropa. A veces la sirven restos de comida. También cuando pasa por el barrio, las mujeres la llaman tocando las palmas, como para invitarle a danzar. Entonces acepta con gusto de asegurar el ambiente esbozando, muy sonriente, pasos de danza, siempre con como recompensa, estas famosas oraciones “Dios le haga encontrar su fertilidad”.
Si el « Kaganlène » tiene lugar en el pueblo de residencia de la pareja, entonces la conjunta vigila su hogar, pero cambia únicamente su nombre.
Las mujeres cuyos casos son más serios son exiladas o encerradas en localidades vecinas o lejanas donde les cuida el « Consejo » de las mujeres de esta localidad en presencia de mujeres del pueblo de origen de la « Agnaléna ».
Pero ocurre que una mujer, por una razón o por otra, resiste y niega la invitación que los ritos le hacen aguantar.
En este caso, es el « Consejo » de las mujeres que actúa y las soluciones decididas son diferentes según comarcas.
En el pueblo de Ebinako, Thionk Essyl, Mlomp, etc.…, las resistentes son maltratadas aun a veces golpeadas y obligadas forzosamente a ir al lugar sagrado del « Hougnalène » para aguantar allí los ritos.
En otros lugares es el rapto. Cuando se decide introducir de grado o por fuerza a una mujer en el rito « Kagnalène », se organiza su rapto. A menudo, eso ocurre por una trampa armada que consiste en llevarla en un lugar seguro a fin de aislarla. Puede ser también raptada por sus compañeras cuando va al bosque a buscar leña y llevada forzosamente al lugar sagrado del « Hougnalène ».
En otras localidades, una misión está dada a la resistente que consiste en ir a un pueblo vecino para traer de allí un mensaje. Durante el viaje hecho generalmente a pie, se la alcanza y confiada a las mujeres de ese pueblo para aguantar las mismas tareas que las que habría aguantado en casa.
Para este último caso, durante la estancia en su pueblo huésped, el acoplamiento de la mujer con su marido se hace por la noche, durante las fiestas y otro tam-tam organizados por los aldeanos. El marido va con discreción en a la localidad y encuentra a su mujer en un lugar secreto.
El niño que nazca a continuación de esta acoplamiento será también cuidado por el « Consejo » de las mujeres quienes le darán un apodo como Kupanty (el a quien no se quiere), Sounkarou (del nombre del mes de cuaresma), para conjugar la mala suerte antes de que se hagan las oraciones para que quede en vida.
La vuelta a su pueblo de origen de la que ha encontrada la fertilidad está programada cuando su niño haya crecido y haya tenido cierta edad. Los parientes están informados igual que el « Consejo » de las mujeres de su pueblo. Entonces estará organizada una fiesta para ella y su hijo antes de que las mujeres sean designadas para acompañarla.
En la vida, estos niños salidos de « Kagnalène » son casi intocables y son queridos. Sacan provecho de toda forma de cuidado por parte de las mujeres. Son protegidos contra los espíritus maléficos y contra cualquier persona que intentaría de una manera o de otra atentar contra su vida. El mote que se le da es también amparo contra los hechiceros que impedían a su madre procrear.
Es algo como una identidad que permite al niño pasearse libremente sin peligro de hacerse reconocer por alguien quien le busca para hacerle daño.
Tradicionalmente, las personas de Casamance han permanecido apartadas de otras partes de Senegal. La separación geográfica y política por el Río Gambia y la colonia británica de Gambia les ayudó a mantener su propio idioma y cultura pero también fue un inconveniente para su incorporación al resto de Senegal. Las diferencias son enormes en muchos aspectos: idiomáticas, culturales, religiosas (mientras que en el resto del país más del 80 por ciento de la población es musulmana, los Diolas y otros pueblos de Casamance han mantenido su religión tradicional o el cristianismo. Después de la Independencia de Senegal, en 1960, los nuevos gobernantes del Estado, a través de su centralismo copia del estado francés repitió las prácticas coloniales. El tal "colonialismo interior" producía desigualdades socio-económicas excesivas entre los grupos étnicos y, como resultado, las gentes perjudicadas consideran que su región está dominada políticamente, y económicamente se consideran explotados por el colonizador interior, eso es, por su gobierno.
Los Diola viven en clanes, y el clan es el aspecto más importante de sus vidas. Las personas son furiosamente fieles a sus clanes y los defienden orgullosamente. Transmiten su historia y creencias a través de las tradiciones orales, canciones y danzas. El padre es la cabeza de la familia, y las herencias se pasan de los padres a sus hijos. Los varones más viejos poseen la mayoría del poder e influencia. Aproximadamente un 60% mantiene la religión tradicional mientras un 40 % es cristiano.

SOBRE EL REY DE OUSSOUYE
Va descalzo, viste una túnica y un gorro rojo, y lleva un sencillo cetro hecho con hojas de palma. Tiene una mirada profunda, de hombre sincero que mira con dulzura y curiosidad a los muchos visitantes que le llegan: turistas, políticos, presidentes y ministros que pasan a verle.
Reside en una casa a la que se accede por un pasillo, oscuro pero mágico, tejido por las raíces y las ramas de los árboles del bosque sagrado en medio del cual se encuentra su palacio. Le llaman 'man', que significa, majestad.
Tiene varios hijos que son príncipes, pero que nunca heredarán su trono porque existen cuatro familias reales diferentes en Oussouye y el heredero se elige por turno rotatorio.
Vive en Oussouye, donde reina desde hace ocho años y su reino se extiende a 16 pueblos aledaños. Recibe a sus visitantes de forma sencilla y sin grandes protocolos. Un banco de madera en el pasillo mágico sirve de improvisada sala de audiencias.
Cuando el rey desaparece, los reyes nunca mueren, el consejo de sabios (compuesto por los ancianos del pueblo) consulta a los fetiches quién será el heredero, y pueden pasar años hasta que el nuevo monarca sea elegido.
Una vez escogido, lo llevan a un lugar concreto del bosque sagrado donde se queda durante varios días para que la población vaya a presentarle sus respetos. Después se produce la ceremonia de entronización.
Su corte está formada por consejeros que no son elegidos por él, sino que provienen de familias concretas de los diferentes rincones de su reino, que son perfectas conocedoras de la tradición animista.
Su primer rol es el de jefe de la religión animista, pero también es fundamental su función de mediador comunitario y social. Cuando hay un enfrentamiento, tanto entre personas como entre comunidades, todos acuden a él, y él se ocupa de solucionarlo, sin tomar partido.
Si la necesidad apremia y una familia no tiene qué comer, el rey, sin que nadie lo sepa, se encarga de llenar el cesto de esa familia con arroz durante la noche, o cuando se celebra una ceremonia, les ofrece comer en su palacio. Durante el periodo álgido del conflicto armado, el rey contribuyó a la construcción de la paz en Oussouye, prohibiendo todo derramamiento de sangre en el departamento. Desde ese momento, la tranquilidad reina en su territorio y no hay problemas de seguridad.
Sus rentas provienen de sus campos de arroz, que no le pertenecen a él sino a la corona, y de las ofrendas que le hacen los visitantes.
La población local cultiva las tierras para él y el producto de la cosecha se guarda en los graneros reales para su consumo personal, para las ceremonias animistas y para repartirlo entre los necesitados.
Apuntes sobre el animismo
El animismo, la religión de la que es jefe supremo, es practicada por una gran parte de la población local. Los animistas son monoteístas y creen en los fetiches. Un fetiche es como un espíritu, que actúa de intermediario entre el hombre y Dios.
Como ocurre en otras religiones, no todos los espíritus tienen el mismo rango, así que hay fetiches más importantes, que pertenecen a todo el pueblo, y otros que lo son menos, y están en los barrios.
Los animistas creen en la reencarnación, pero ésta se produce solamente en un nuevo nacido, es decir en otro ser humano.
Las plegarias se realizan a partir de ceremonias en las que se piden cosas. En ellas, es importante realizar el sacrificio de un animal: pollo, cabra o vaca, y también es necesario llevar vino de palma.
Los entierros, sobre todo si el fallecido es mayor, son para los animistas una gran fiesta. La ceremonia, que dura varias horas en las que se baila, se come y se bebe, celebra que el difunto ha tenido la suerte de vivir hasta esa edad, y que sus hijos, si los tiene, toman de alguna forma, su relevo en este mundo. Representa pues, un espectáculo de un valor cultural y tradicional importante, digno de ser visto.

El pueblo de Mlomp
Mlomp se sitúa en el departamento de Oussouye, en baja Casamance, en la parte sur de Senegal. El pueblo, rodeado por enormes ceibas entre las localidades de Djiromaite, Loudia, Pointe Saint-Georges y la ciudad de Oussouye localizada a unos treinta y cinco kilómetros de Cap Skirring.
Yendo en coche, se llega allí en una hora desde Ziguinchor, la capital del Sur. También se puede ir por el río a partir de Ziguinchor aprovechando de sus pasmosos manglares a lo largo del viaje en piragua. El pueblo de Mlomp es conocido por sus casas de dos plantas de adobe y sus numerosos bosques sagrados. Desde Mlomp se puede aprovechar de una visita de Pointe Saint-Georges; un pueblo de pescadores situado en la orilla izquierda del río Casamance.
Mlomp forma parte de esta localidad del reinado Kassa que, a pesar de su apertura, ha guardado intacto su cultura y practicado sus tradiciones, respetando los períodos de sus organizaciones.
El Kaip, organizado después del cultivo del arroz y el Kamagnene se hace regularmente entre febrero y marzo. Estos momentos forman parte de las manifestaciones tradicionales que ritman la vida cultural de este pueblo.
El Kaip es una manifestación tradicional organizada cada año en el mes de septiembre por los jóvenes, justo después del cultivo del arroz. Empieza por la noche por una serie de robos de gallinas, une práctica aceptada por las poblaciones solamente para esta circunstancia.
En el transcurso de las operaciones, las gallinas así robadas inmoladas por la misma noche y sirven para la comida a los grupos diferentes de los jóvenes reunidos por afinidad sea en el ámbito de la concesión sea en el lugar donde tienen la costumbre de encontrarse por la tarde al regresar de los campos.
Así, durante un momento de la noche, la animación del pueblo es marcada por charlas a veces irónicas de los medios usados para alcanzar su meta o por ejemplo cómo por poco un compañero se hizo sorprender cuando quiso robar un pollo.
La noche se acaba por una información colectiva, seguida de recelo, hecha por los mozos del mismo barrio. Este anuncio hecho en el transcurso de una danza organizada al rededor del “BOMBOLON”, un instrumento tradicional de música echo con un tronco de árbol vaciado, avisa en el mismo tiempo al resto del pueblo de la disponibilidad del barrio a recibir a sus adversarios de los barrios de las afueras para una partida de lucha tradicional.
Después de cada sesión de lucha, el « EKONKONE », danza de los luchadores, cuya música ejecutada con instrumentos tradicionales es organizado. Tiene como finalidad reconciliar a los luchadores entre ellos, después de las pruebas y rivalidades a veces duras.
Si el Kaip es organizado en el mes de septiembre, el Kamagnene; una gran reunión se hace entre el mes de Febrero y el mes de Marzo, después de las cosechas. Permite a los campesinos agradecer a Dios y a los fetiches por la buena cosecha hecha durante la estación. Es también el momento oportuno para los recién casados, desconocidos hasta entonces, de presentarse al público. Son acompañados por amigos o parientes y la fiesta es de tres días acompañados de lucha y baile tradicional. La particularidad de los días de Kamagnene es que en todas las casas, se prepara un plato tradicional diola que se llama “Seel”; un plato a base de pollo con una pasta muy rica, que se acompaña con el arroz recién cosechado.


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